Genie, Make a Wish
El nuevo K-drama de Netflix promete magia retorcida, deseos peligrosos y una pareja explosiva.
Un genio milenario, una mujer sin emociones y un juego de poder donde el deseo se convierte en trampa. Te contamos por qué Genie, Make a Wish ya está dando de qué hablar —y por qué deberías tenerlo en tu radar.
Una lámpara, tres deseos y cero ganas de pedirlos
Ya sabemos que los dramas coreanos no tienen miedo de mezclar romance con dolor, magia con traumas y humor con existencialismo. Pero Genie, Make a Wish, el nuevo lanzamiento de Netflix programado para el 3 de octubre, se sale de la fórmula. Aquí no hay cuentos de hadas ni genios simpáticos. Hay amenazas, tensión y una protagonista que no quiere absolutamente nada.
La serie sigue a Ga Young (interpretada por la siempre magnética Bae Suzy), una mujer incapaz de sentir emociones. Entra en escena Genie (sí, como el de la lámpara), interpretado por Kim Woo Bin, que despierta después de mil años listo para conceder tres deseos… pero con una energía más satánica que mágica.
Desde el primer teaser queda claro que esto no es Aladdin. Él le apunta al cuello. Ella le clava un gancho de pelo. Y la pregunta que ronda es: ¿quién tiene el control? Spoiler: no es quien frotó la lámpara.
Suzy y Woo Bin: química, cuchillas y sarcasmo
Una de las razones por las que Genie, Make a Wish está causando revuelo es por su reparto. Kim Woo Bin, tras su regreso a los dramas, encarna a un ser sobrenatural que no solo juega con el poder, sino que también manipula el deseo humano. Y Suzy, que ya nos ha demostrado en otras producciones (Vagabond, Start-Up) que puede cargar con personajes complejos, se lanza aquí a interpretar a una mujer que no tiene ni emociones ni ganas de vivir… ni de pedir deseos.
Esa combinación ya se siente potente. En el teaser, la interacción entre ellos es explosiva: él la sigue como una sombra impaciente y ella responde con amenazas, sarcasmo y armas improvisadas. Todo esto bajo una estética desértica, con tormentas de arena y luces doradas que le dan al drama un aire de western sobrenatural.
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¿Qué podemos esperar de Genie, Make a Wish?
Según la producción, este no será un drama de romance tradicional ni una historia de redención fácil. Más bien, es una exploración sobre qué pasa cuando el poder de pedir deseos cae en manos de alguien que no quiere nada. Ga Young no está interesada en fama, amor ni venganza. Lo que la mueve es un vacío. Y eso es justo lo que el genio quiere llenar… con corrupción.
El concepto de deseos peligrosos no es nuevo, pero sí lo es este enfoque: ¿puede alguien sin deseos ser tentado por el poder? ¿Y qué se convierte uno al final, después de conceder tanto poder?
Además, hay un giro tecnológico y moderno detrás del guión. Aunque la historia se base en un tropo clásico (el genio y los tres deseos), la ejecución promete profundidad, tensión psicológica y visuales de alto nivel, todo dentro del sello que Netflix ya ha demostrado saber manejar con K-dramas de alto impacto.
Un drama para quienes están cansados de los finales felices
Si eres de los que aman los K-dramas oscuros, impredecibles y con personajes rotos, Genie, Make a Wish parece hecho a tu medida. La serie no se está vendiendo como “otra historia de amor con obstáculos”, sino como una especie de guerra de voluntades entre dos personas que no quieren confiar en nadie.
Hay algo refrescante —y también incómodo— en ver a una protagonista que no se derrite ante el romance ni al primer guiño sobrenatural. Y un antagonista que no quiere redimirse, sino ganar. Si la historia cumple lo que promete, podríamos estar ante uno de los dramas más originales del año.
Este no es el final. Solo otro checkpoint.
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