Imagen portada Shark Dentist
Un quirófano improvisado, una criatura hambrienta y un trabajo que podría costarte la mano. “Shark Dentist” promete ser una de las experiencias de horror más extrañas y adictivas del año.
En el mundo de los videojuegos independientes siempre hay espacio para las ideas más absurdas, extrañas y, por eso mismo, brillantes. Y “Shark Dentist” parece estar nadando justo en esa corriente: un título donde encarnas a un dentista submarino encargado de atender nada menos que la dentadura de un tiburón. Pero no cualquier tiburón: uno que puede arrancarte la mano si calculas mal la dosis de anestesia.
El juego, presentado durante el Indie Horror Showcase 2025, mezcla elementos de simulación con terror psicológico y mecánicas de supervivencia, en una experiencia que suena tan ridícula como intrigante. Porque, seamos sinceros, ¿quién no ha sentido miedo de ir al dentista? Ahora imagina estar del otro lado… y que tu paciente tenga tres filas de dientes listos para devorarte.
Lo que a primera vista parece una broma, es en realidad una propuesta con mucho ingenio detrás. En “Shark Dentist”, el jugador debe realizar todo tipo de procedimientos odontológicos dentro de la enorme boca del tiburón: limpiar caries, extraer dientes podridos, colocar implantes improvisados y hasta reparar las luces del consultorio, todo mientras mantiene al paciente dormido el tiempo suficiente para salir vivo.
La tensión se multiplica con cada tarea. No basta con aplicar anestesia y ponerse a trabajar. Hay que dosificar correctamente los químicos, controlar los signos vitales del tiburón, y moverse rápido entre el instrumental. Un descuido, y el animal se despierta… con hambre.
Además del riesgo evidente de perder una extremidad, el juego introduce pequeños desafíos logísticos: buscar materiales en los gabinetes del fondo, reparar cables eléctricos, y lidiar con fallas en el sistema de iluminación del quirófano. Todo esto genera un ambiente claustrofóbico, casi teatral, en el que el jugador nunca sabe si el siguiente zumbido es una alarma o un rugido desde las profundidades.
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A nivel visual, “Shark Dentist” apuesta por una estética sucia y realista. La iluminación parpadeante, las sombras que se mueven con cada respiración del tiburón y el sonido de las burbujas que escapan entre los dientes crean una atmósfera que te mantiene tenso de principio a fin. No hay monstruos sobrenaturales, ni fantasmas escondidos, pero la sensación de vulnerabilidad es constante. El horror aquí es biológico, físico y totalmente plausible.
Lo interesante de esta propuesta es cómo logra transformar una rutina médica en una experiencia de terror interactiva. No es necesario un escenario apocalíptico ni un asesino enmascarado para sentir miedo; basta con una criatura viva, poderosa y el recordatorio de que cualquier error puede costarte algo más que puntos de vida. Es una premisa que recuerda a clásicos del horror independiente como “Five Nights at Freddy’s” o “Surgeon Simulator”, pero con una dosis mucho más visceral y cinematográfica.
En cuanto a jugabilidad, el tráiler deja entrever una mezcla entre gestión del tiempo, precisión quirúrgica y resolución de acertijos ambientales. No se trata solo de atender al tiburón, sino de mantener la calma en medio del caos. Cada movimiento cuenta, y la interfaz parece diseñada para aumentar la tensión: herramientas que se caen, controles que responden con retraso y sonidos que hacen dudar si el paciente sigue dormido o está a punto de despertar.
Por ahora, no hay una fecha exacta de lanzamiento, pero el estudio confirmó que el juego llegará pronto a Steam, donde ya se puede agregar a la lista de deseos. El tráiler oficial fue recibido con una mezcla de risas nerviosas y curiosidad en redes sociales. Muchos jugadores lo describen como “el simulador más absurdo del año”, mientras que otros lo destacan como una muestra más de la creatividad que caracteriza a la escena indie.
Y es que, detrás del humor macabro, “Shark Dentist” también parece tener algo que decir sobre el miedo al control, la presión laboral y los límites del cuerpo humano. Una simple caries se convierte en una amenaza existencial, y una consulta de rutina puede terminar en una lucha por la supervivencia. En un mundo donde el horror suele venir de lo sobrenatural, este juego propone mirar de frente los temores más básicos: el dolor, el error, y la imposibilidad de escapar de una situación que tú mismo elegiste.
Si la idea te parece descabellada, precisamente ahí está su encanto. “Shark Dentist” no busca solo asustarte, sino hacerte reír nerviosamente mientras intentas no perder la mano. Es un recordatorio de que el verdadero horror puede encontrarse en los lugares más inesperados… incluso en una cita dental bajo el mar.
Así que, si te atreves a ponerte la bata y tomar el taladro, no olvides una cosa: en el consultorio de este tiburón, tú eres el que está en la silla del paciente.
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