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La FIFA vuelve al terreno del gaming con un socio inesperado. Netflix entra al juego y la apuesta apunta a algo más grande que un simple reemplazo de EA FC.
Durante años, para millones de jugadores, hablar de fútbol virtual era casi lo mismo que hablar de FIFA —luego EA FC—. Una experiencia cada vez más realista, cargada de modos, licencias y mecánicas que, con el tiempo, también se volvió más exigente en tiempo, dinero y hardware. Ahora, la FIFA quiere cambiar el libreto. Y lo hará de la mano de Netflix, una alianza que ya está dando de qué hablar antes incluso de mostrar un tráiler.
El anuncio no es menor: el próximo videojuego oficial de la FIFA se lanzará exclusivamente a través de Netflix Games, será gratuito para los suscriptores y estará disponible tanto en celulares como en televisores, usando el teléfono como control. El desarrollo corre por cuenta de Delphi Interactive, y el objetivo es claro: llegar a más gente, en más países, con menos barreras.
La pregunta cae por su propio peso: ¿esto es un intento real de desplazar a EA FC o estamos frente a un producto completamente distinto?
Más que competir directamente con el simulador tradicional, la FIFA parece estar apostándole a otro terreno. La propuesta se aleja de la complejidad técnica y apunta a algo mucho más directo. Alain Tascan, presidente de Juegos de Netflix, lo resumió sin rodeos: la idea es “devolver el fútbol a sus raíces”, crear un juego que cualquiera pueda disfrutar con solo presionar un botón. Eso, en un mercado saturado de menús, pases de batalla y monedas virtuales, suena casi revolucionario.
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Gianni Infantino, presidente de la FIFA, no escondió el entusiasmo y calificó la alianza como un hito tecnológico para la organización. Según él, este lanzamiento marca el inicio de una nueva etapa, pensada para llegar a miles de millones de aficionados de todas las edades, especialmente a quienes nunca han tenido una consola o no se sienten cómodos con los juegos tradicionales. En otras palabras, el foco no está en el jugador hardcore, sino en el fan del fútbol de toda la vida.
Ahí es donde Netflix entra a jugar un papel clave. Con más de 260 millones de suscriptores en el mundo, la plataforma ya no solo es sinónimo de series y películas, sino de distribución masiva. Netflix Games ha venido creciendo en silencio, apostando por experiencias móviles sencillas, accesibles y sin costos adicionales. El nuevo FIFA encaja perfecto en esa lógica: no se compra, no se descarga desde una tienda externa y no exige un dispositivo especializado.
Casper Daugaard, CEO de Delphi Interactive, explicó que el reto es ambicioso: crear el juego de fútbol más global y divertido hasta ahora. El diseño estará pensado para ser fácil de aprender, pero con la profundidad suficiente para enganchar. Partidas rápidas, opción de jugar solo o con amigos en línea, y una experiencia inmediata, sin largas curvas de aprendizaje.
Este enfoque cobra aún más sentido si se mira el calendario. El lanzamiento está pensado como antesala a la Copa Mundial de la FIFA 2026™, que se jugará en Estados Unidos, México y Canadá. Un evento que, más allá del deporte, será un fenómeno cultural y mediático. Tener un videojuego oficial, accesible desde cualquier celular, puede convertirse en una puerta de entrada perfecta para nuevos públicos, especialmente en mercados donde las consolas no son tan comunes.
Entonces, ¿EA FC debería preocuparse? En el corto plazo, probablemente no. Ambos productos parecen destinados a públicos distintos. EA sigue dominando el terreno del realismo, el competitivo y los esports, mientras que la FIFA con Netflix apunta a la masificación y a la experiencia casual. Sin embargo, el movimiento sí envía un mensaje claro: el fútbol digital ya no depende de una sola fórmula.
También hay un trasfondo estratégico. Tras el fin de su histórica relación con EA Sports, la FIFA necesitaba algo más que un simple reemplazo. Asociarse con Netflix no solo le devuelve control sobre su marca, sino que la coloca en el centro del ecosistema de streaming, donde hoy se consume buena parte del entretenimiento global. Es una jugada arriesgada, pero coherente con los tiempos.
Para los jugadores en Colombia y Latinoamérica, la noticia tiene un sabor especial. Un juego gratuito, que corre en el celular y no exige gastar millones en una consola, abre la puerta a una audiencia enorme. Habrá que ver si la ejecución está a la altura de la promesa, pero el planteamiento, al menos, rompe con lo establecido.
Al final, este nuevo FIFA no busca reemplazar lo que ya existe, sino proponer otra forma de vivir el fútbol virtual. Más simple, más directa y mucho más accesible. Si logra conectar con el público, podría marcar un antes y un después. Y si no, al menos deja claro que el partido por el futuro del gaming futbolero está lejos de terminar.
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